El suspiro es un postre muy popular en Perú, que se remonta a principios del siglo XIX.
Aunque la mayoría de sus ingredientes fueron traídos desde España durante la época colonial, el postre se ha convertido en un símbolo de la gastronomía peruana .
Sin embargo, Colombia tiene su propia versión del postre, que se llama suspiro de Cali o del Valle del Cauca.
El suspiro de Cali es un postre tradicional de la ciudad. Aunque no se sabe con certeza cuándo se originó el postre, se cree que su historia se remonta a la época colonial.
Este manjar vallecaucano se elabora con leche, azúcar, canela y clavos de olor. La leche se cocina a fuego lento hasta que se espese y adquiera un color marrón claro.
Luego se agrega el azúcar y las especias para darle sabor.
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El suspiro yumbeño
Una de las vendedoras más visitadas del mecato yumberño era doña Leonor Sepúlveda, en toda la esquina de la estación; fue famosa, por su pandebono pero también por el desamargado, los suspiros y los pandeyucas.
Los caleños hacían largas filas los fines de semana, para degustar estos deliciosos manjares.”
Con el mecato yumbeño se formó una gran empresa que integró a muchas familias alrededor de estos productos, por esta razón el mecato yumbeño traspasó las fronteras.
La tradición mecatera ha quedado en manos de las hijas y nietas de esas grandes mujeres que deleitaron a propios y extraños a comienzos del siglo XX.
Se perdió el paso del tren diario de pasajeros pero, no se perdió la fórmula del mecato que tiene ya más de 100 años de tradición.
