El pandebono es un tipo de amasijo muy similar a la chipa paraguaya, al pão de queijo brasileño o al cuñapé boliviano, pues la preparación y la composición de todos estos alimentos es casi la misma.
El origen del nombre “pandebono” tiene varias historias. Una historia sostiene que un panadero italiano que había venido a Colombia inventó estos rollos.
Se dice que vendería los panecillos gritando «pane del buono», que significa «buen pan» en italiano, y que se convirtió en «pandebono» por repetición.
Según otra tradición, el pandebono debe su nombre a un panadero italiano que residía en Cali que salía a vender sus panecillos a la calle gritando “pan del bono” (pan del bueno), por su pronunciación italiana, lo que determinó que la gente terminara conociendo popularmente el producto como “pandebono”.
La última teoría explica la aparición del pandebono por la mala pronunciación de un inmigrante italiano en Cali.
Se nos dice que este panadero salía a la calle a vender todo lo que horneaba y para atraer comensales gritaba: “pan del buono” y al escuchar esto la gente del lugar decidieron llamarlo por su nombre actual.
Este plato ha sido catalogado en el 2023 como el segundo más rico del mundo, de acuerdo con un portal especializado.
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Yumbo: cuestión de Pandebono
Teníamos que despertarnos muy temprano para ir presurosos donde doña Braulia Mendoza, Leonor Sepúlveda, Tomasa Moreno, Gregoria Murcia, Ubaldina Sepúlveda.
Las
mujeres que a las 6:00 a.m, ya habían horneado el sabroso y oloroso
pandebono, el cual salíamos a ofrecer por las calles polvorientas del
municipio.
Con fuerte voz, casi gritando decíamos «El pandebono caliente de doña Braulia, pandebono caliente de doña Leonor»… y así sucesivamente.
Cada familia tenía una pandebonera en especial a quien le compraban siempre el pandebono.
La rutina del pandebonero se cumplía sagradamente todos los días, se recorría todas las calles del pueblo, entre vendedores nos encontrábamos y nos disputábamos los sectores y la clientela.
