Yumbo despide al «Grillo»: hasta siempre Jaime López

Jaime López Sánchez

El Museo San Sebastián de Yumbo se solidariza con la familia López Sánchez. En memoria de Jaime, un reconocido personaje de nuestro municipio, publicamos una de las crónicas realizadas a «El Grillo» como toda la comunidad yumbeña lo reconocia.

Jaime López Sánchez nació en la década de 1920 en la tranquilidad del Yumbo agrícola y pastoril donde cada familia era importante, no solo por sus apellidos, sino por sus acciones humanas.

Por esta razón, Jaime, con ese sentido guasón y anecdótico nos nombra con apellidos  a parentelas y familias de esa recordada época: Arias, Ferrosa, Espinoza, Montenegro, Franco, Lemos, Lenis, Sánchez, López, Isanoa, Bejarano, y muchos otros, con cuento incorporado de santo repertorio para cada una de ellas.

Trabajó de joven en el Cementos del Valle y Cartón de Colombia. Luego compró una berlina que poco resultado le dio como transportador, pues de paseo en paseo y de parranda en parranda se llenó de amigotes y buenas vecinas que nada aportaban a su trabajo y mucho menos a su persona. Paró la carriola y parado sobre cuatro ladrillos frente a su casa, anunció su venta y en poco tiempo logró que alguien se la comprara por los mil quinientos pesos que le había costado. Como él mismo dice: “Pudo más el aguardiente que el trabajo”.

Por esos días, desempleado y sin trabajo, recordaba nuestro personaje lo aprendido en la escuela primaria con don Juan B. Palomino y muy especialmente con el profesor Elías Quintero, hombre de saco y corbata, y fuete o perrero en mano, el que hacía funcionar cuando la situación lo ameritaba, pues el profe castigaba cada falta con fuetazo digno de motivar a cualquier alumno.

Cierto día le dio por montar una miscelánea para vender todo aquello que sus vecinos consumían. Le puso un nombre atractivo, “El Anzuelo”, pues en teoría, todo el mundo debía caer y comprar todo lo que necesitaban, ya que la galería quedaba muy lejos.

La Participación con los Castañeda

En alguna tarde, de esas en la que el sol se oculta más temprano, nuestro amigo se convierte en personaje de la familia Castañeda, comparsa representativa de las fiestas patronales del municipio en la que gozaba como enano, clavándose sus petacazos y participando de todos los eventos y fiestas de la población. pasaron los meses y la definitiva le llegó, pues por recomendación de un amigo entró a trabajar al municipio como chofer de la única volqueta que hacía todas las tareas que demandaba la comunidad.

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Deesde recoger basuras, transportar a alcaldes y concejales, visitar veredas y corregimientos, hacer logística de cuanto candidato apareciera, hasta traer de La Buitrera la palma de mayo y construir con ella el monte de los olivos el viernes santo.

El hombre que trasciende en la comunidad tiene la osadía de perpetuarse en la memoria obligada de su pueblo, pues de generación en generación, él vive en el recuerdo de la comunidad.

Texto original: Museo San Sebastián de Yumbo

 
 

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